Cómo los fracasos enseñan a los niños a pensar como científicos

La curiosidad innata de los niños y su capacidad para experimentar e investigar son cualidades que se asemejan sorprendentemente al enfoque de los científicos. Mientras que la educación tradicional puede centrarse en el miedo al fracaso y en la necesidad de respuestas correctas, es importante reconocer la importancia de permitir que los niños cometan errores y aprendan de ellos. En este artículo exploraremos cómo los fracasos no solo son una parte natural del proceso de aprendizaje, sino que también pueden ser un catalizador para enseñar a los niños a pensar como científicos. Descubriremos cómo el pensamiento científico fomenta la creatividad, la resiliencia y el espíritu de descubrimiento, ayudando a los niños a transformar el fracaso en oportunidades de aprendizaje.

Esta primera publicación sobre el campamento de ciencias de verano tenía como objetivo mostrarle cómo hacer un proyecto científico simple con sus hijos: cómo levantar un cubito de hielo con una cuerda.

Tiene todas las grandes cualidades de un experimento sencillo: es rápido, no hay materiales sofisticados, tiene una explicación no demasiado obvia, etc. Sin embargo… se convirtió en un tipo de ejercicio diferente. Les mostró a mis hijos que ser científico requiere paciencia y mucha revisión.

Cómo los fracasos enseñan a los niños a pensar como científicos

Primero, fingiré que somos científicos fantásticos y exitosos y les daré una descripción general del experimento. (Luego llegamos a lo bueno.) Las instrucciones para levantar un cubito de hielo con una cuerda son muy sencillas.

Que necesitas:

  • 2 cubitos de hielo (Las lindas formas y colores son opcionales y, como verás, no son particularmente deseables.)
  • 2 pedazos de cordón
  • Agua
  • Sal
  • Un tazón o vaso pequeño

Instrucciones:

  1. Coloca los cubitos de hielo en un recipiente con agua.
  2. Humedece el hilo y colócalo sobre cada cubito de hielo.
  3. Espolvorea un hilo con sal.
  4. Espera un minuto.
  5. Intente levantar la línea sin sal. ¡No pasa nada!
  6. Intente levantar el hilo cubierto de sal. Levanta el cubito de hielo.
  7. Felicítese por ser un gran científico y hacerlo bien en el primer intento.

Por qué esto funciona:

El agua salada se derrite a una temperatura más baja que el agua normal. La sal derritió el hielo alrededor de la cuerda, pero cuando agua nueva ocupó su lugar, se congeló nuevamente y “bloqueó” la cuerda.

Nos tomó cuatro intentos hacer que este experimento funcionara. Después de cada intento, los niños y yo debatimos qué hacer a continuación. No digo que fuera fácil conseguir que tuviera paciencia y lo intentara de nuevo. Mi hijo de 5 años en particular quería pasar a otra cosa. Tuve que explicar que los científicos siempre tienen que repetir sus experimentos, incluso si tienen éxito en el primer intento.

Cómo los fracasos enseñan a los niños a pensar como científicos

Primero. Intenté hacer lindos cubitos de hielo de pescado. Fracaso total. Los niños sospecharon que los peces saltaban demasiado en el agua y que el sedal no estaba bien plano sobre el «cubo».

Cómo los fracasos enseñan a los niños a pensar como científicos

Próximo. Lo probamos en un plato. Fracaso total. Los niños sospechan que el hielo no era lo suficientemente grande y que no había suficiente agua.

Cómo los fracasos enseñan a los niños a pensar como científicos

Próximo. Probamos un bloque de hielo grande y plano. (Tenga en cuenta los lindos cubitos de hielo encerrados en el interior). Éxito parcial. La línea se atascó un poco, pero los niños pensaron que el bloque de hielo era demasiado pesado para la línea. Sospeché que tal vez deberían mantener las manos fuera del agua mientras esperábamos el minuto requerido.

En ese momento los chicos se dieron cuenta de que yo no había imaginado que esto realmente pudiera funcionar. Como todavía teníamos algunos de mis ridículos cubitos de hielo de pescado verde, aceptaron intentarlo de nuevo.

Último. Pusimos un pez en un recipiente con agua, mojamos el sedal, lo pusimos encima, no perturbamos el agua y esperamos un minuto muy largo.

¡Éxito!

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Cómo los fracasos enseñan a los niños a pensar como científicos

Estoy muy feliz de haberlo hecho forzado animó a los niños a llevar el proyecto hasta su finalización. Quiero que resuelvan problemas y que no se rindan de inmediato.

Lo que aprendieron mis hijos: ¡Los científicos deben perseverar! ¡Los científicos no siempre tienen éxito! Los científicos deben especular, probar y comparar resultados.

Lo que he aprendido: No vale la pena intentar hacer las cosas dulces con cubitos de hielo en forma de pez o colorantes alimentarios. ¡No quiero que mis hijos ingieran pintura artificial y tuve que fregar mucho para sacarla de mi cubitera de silicona para cubitos de hielo!

¿Alguna vez te ha salido mal un experimento? ¿Cómo lo afrontaron sus hijos?

Esta publicación es parte de una colaboración del campamento científico de verano de 8 semanas con Megan en Tazas de café y crayones. Todos los jueves les presentamos a los niños proyectos científicos muy prácticos que podemos realizar este verano (o en cualquier otra época del año). Márcanos y vuelve a consultar cada semana para descubrir dos nuevos experimentos científicos. O suscríbete a nuestra newsletter semanal para no perderte nada.

Ven a ver cómo se llevaban Megan y sus hijos con Mentos y Coca-Cola. (Es posible que el enlace no funcione antes de las 5:00 p. m. de hoy)

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¡Prima! Mire el experimento de cubitos de hielo con sal e hilo en acción:

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